JOSE CARLOS DEL TORO INIESTA

Entrevista a JOSE CARLOS DEL TORO INIESTA

Doctor en Física por la Universidad de La Laguna e Investigador Científico del CSIC en el Instituto de Astrofísica de Andalucía. Es especialista en campos magnéticos solares y, más específicamente, en diagnósticos de luz polarizada en presencia de campo magnético. Ha publicado unos ciento veinte trabajos científicos en revistas y actas de congresos especializados, es editor de dos libros y es autor (2003) de otro titulado “Introduction to spectropolarimetry”, que ha publicado Cambridge University Press. Profesor en universidades y centros de investigación de España, Japón, Austria y Alemania. Ha codirigido la construcción del magnetógrafo IMaX para la misión internacional  Sunrise, es científico asociado del instrumento AIA de la misión SDO de NASA y coinvestigador principal del instrumento SO/PHI de la ESA. Fue Director del Instituto de Astrofísica de Andalucía desde 2004 a 2007. Y actualmente es Gestor Nacional del Área de Espacio del Plan Estatal de I+D+i.

Ha venido a la reunión de evaluación intermedia del proyecto “GREST: Getting ready for EST” financiado por H2020: Developing new world-class research infrastructures con cerca de 3 millones de euros y coordinado por el Instituto de Astrofísica de Canarias. ¿Nos puede resumir los objetivos del proyecto?

GREST está dedicado a desarrollar todas aquellas tecnologías que se necesitan para EST, el gran telescopio solar europeo, y que aún se encuentran inmaduras o no se dispone de ellas en la actualidad.

 

El paquete de trabajo que lidera dentro del proyecto “GREST: Getting ready for EST” tiene el fin de desarrollar una nueva tecnología. Para los no expertos en la materia, ¿Podría explicarnos en qué consiste?

 

Nuestro paquete de trabajo intenta desarrollar retardadores ópticos de cristal líquido (ROCLI) de gran formato. Estos dispositivos son electroópticos, lo cual, dicho llanamente, quiere decir que varían sus propiedades ópticas con la acción de un campo eléctrico. En concreto, usamos estos ROCLI para medir la polarización de la luz, magnitud clave para caracterizarla y que, en Física Solar, utilizamos fundamentalmente para medir campos magnéticos en la superficie de nuestra estrella. Los ROCLI son una alternativa útil, cómoda y relativamente barata a láminas cristalinas rotantes (la solución más convencional), las cuales presentan diversos inconvenientes que sería prolijo enumerar.

Actualmente utilizamos ROCLI que resultan demasiado pequeños para los requisitos que impone un telescopio como EST. Necesitamos hacerlos más grandes. El procedimiento, sin embargo, aunque parezca sencillo, no es ni mucho menos baladí. Es ahí donde estamos trabajando para conseguir tamaños operativos del orden de 15 cm cuando ahora solo los tenemos del orden de 2.5 cm.

 

¿Suelen trabajar a menudo con el Instituto de Astrofísica de Canarias en la presentación y ejecución de proyectos?

Sí, por supuesto. Toda la ciencia es colaborativa y la Astrofísica también, claro está. El grupo de Física Solar del IAC es un referente mundial y nosotros tenemos la suerte de tenerlos en casa. Las relaciones entre ellos y nuestro grupo del IAA-CSIC son inmejorables y longevas.

¿Qué relación tienen con las empresas miembro del consorcio? Veo que hay empresas de Italia, Suiza e Inglaterra.

 

En nuestro paquete de trabajo participa la empresa suiza Arcoptix. Ellos se encargan de la fabricación final de los ROCLI bajo las especificaciones que les damos los científicos. En el paquete participan el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA, de Torrejón de Ardoz), el IAC (de La Laguna) y el Max-Planck-Institut für Sonnensystemphysik (de Gotinga, Alemania), coordinados por el IAA-CSIC.

El proyecto “GREST: Getting ready for EST” es uno de los seis proyectos incluidos en ESFRI Roadmap 2016. ¿Nos puede explicar cómo repercute esto en el proyecto? Y para los que no sepan qué es ESFRI (European Strategy Forum on Research Infrastructures), contarnos qué es y para qué sirve.

ESFRI proporciona la lista de instalaciones científicas consideradas estratégicas para Europa en los próximos años. Para EST, encontrarse en dicha lista supone el respaldo de la comunidad científica y de la propia Comisión Europea como instalación científica clave. Esto es un reconocimiento de la calidad de la Física Solar hecha en Europa y de su posible papel tractor de actividad innovadora y de desarrollo tecnológico. Para España es aún más importante porque el telescopio se instalará en uno de los observatorios canarios.

 

Respecto a las líneas de investigación que financia el H2020, ¿encuentra “hueco” fácilmente para su grupo de investigación?

Hasta hace bien poco, encontrar financiación para la ciencia espacial básica en H2020 era un poco complicado. Las cosas están cambiando, pero hay que decir que la investigación espacial es un sector peculiar por la existencia de la Agencia Espacial Europea (ESA). Ligada, como no podía ser de otra manera, a la Unión Europea, la ESA incorpora países que no pertenecen a la UE y se crea independientemente de la misma. En los tratados fundacionales, el programa científico de la ESA es de obligada contribución por parte de cada uno de los estados miembros. Esto quiere decir que, aunque tu país no participe en una misión científica, la cuota ha de seguir pagándose. La mejor manera de contribución es sufragando las investigaciones de tus grupos nacionales que participan en grandes consorcios internacionales. Parte de esa inversión no solo redunda en avances científicos sino que revierte en la industria nacional que ha de participar en diversas etapas de los proyectos. Así pues, los proyectos espaciales han recurrido tradicionalmente al Plan Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación (PEI+D+i) para, a través de sus concursos competitivos, obtener la financiación necesaria. Dicho sea de paso, hay que hacer constar que, en realidad, esos proyectos ya han sido evaluados por la ESA por lo que debería considerárseles europeos de pleno derecho, en pie de igualdad con los financiados por H2020.

En astronomía terrena, la situación suele ser distinta y las propuestas a H2020 son desde hace tiempo numerosas.

Me comenta que “en tierra” no hay un organismo paralelo a la ESA – European Space Agency- ¿qué opinión tiene sobre la ESA?

 

Bueno, hablar sobre opiniones acerca de la ESA daría para escribir un libro. A mi juicio, su estructura, fruto de la misma historia europea y que comparte la misma filosofía, está demasiado mediatizada por los intereses nacionales de los estados miembros. En el caso de las misiones científicas, por ejemplo, nos sitúa en desigualdad frente a nuestros colegas norteamericanos. Mientras que la NASA es verdaderamente una agencia nacional, con unos intereses únicos claros, y que evalúa, asigna y dota económicamente los proyectos, la ESA evalúa, asigna, pero no proporciona los fondos necesarios. Estas dotaciones proceden de los países de aquellos investigadores que han tenido éxito. En muchas ocasiones, se da la triste circunstancia de que, problemas coyunturales en un país, provocan la caída de un instrumento completo, dejando al resto del consorcio en una situación comprometida.

Críticas como la anterior seguramente se podrían hacer muchas, pero también hay que decir que los europeos podemos sentirnos orgullosos de la ESA y de los múltiples logros de la misma. En el ámbito científico, tales éxitos son parangonables y hasta superiores a los conseguidos por la NASA, aunque nunca tan bien conocidos por la población.

Recién nombrado Gestor Nacional del área del Espacio del Plan Nacional de I+D+i, ¿ha pensado ya qué ideas le gustaría aportar a este nuevo puesto?

 

El puesto de Gestor Nacional es, sobre todo, un puesto de servicio. Me toca desempeñar el papel de nexo entre los investigadores y la Agencia Estatal de Investigación (AEI) que es, por ley, a quien corresponde asignar los fondos del PEI+D+i. También me corresponde representar a España en los comités directores de aquellas misiones de ESA en las que los grupos españoles ostentan el liderazgo de algún instrumento. La responsabilidad es grande y el trabajo aparejado no es pequeño, pero afronto esta nueva etapa temporal de mi carrera con mucha ilusión.

Jose Carlos del Toro Iniesta con Francisco Bailén Martínez que trabaja como ingeniero óptico en el IAA-CSIC para el proyecto GREST.