AGNÈS PONSATI

ENTREVISTA A AGNÈS PONSATI

Filología Hispánica y Diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Barcelona. Es la directora de la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación del CSIC. Trabajó en la Biblioteca de la Universidad de Barcelona (1987-1990) y como coordinadora de las bibliotecas del CSIC en Cataluña responsabilizándose de su automatización en la delegación de del CSIC en Cataluña (1990-1993). Ha publicado artículos y participado en diferentes proyectos nacionales y europeos sobre gestión y aplicación de las Tecnologías de la Información a las bibliotecas científicas. Además ha sido miembro de los Library Advisory Board de distintos editores científicos (Elsevier, Springer, Wiley, IOP, BRILL). Actualmente es miembro del Grupo de trabajo sobre “Open Access” de Science Europe, asociación a la que pertenece el CSIC.

¿Cuál es el motivo y duración de su visita? 

Pertenezco por designación del CSIC al grupo de acceso abierto de Science Europe desde su creación en 2012.  Las reuniones de este grupo de trabajo suelen realizarse en la oficina de Science Europe en Bruselas. Así que desde entonces suelo acudir un par de veces al año. Se trata de reuniones que suelen durar día y medio. Precisamente la última reunión fue el pasado 25 y 26 de octubre. El grupo está cerrando su agenda de trabajo y ha terminado el proceso de autoevaluación tal como marcan las pautas de Science Europe.

¿Se trata de algo puntual o viene a menudo a Bruselas?

Como comentaba, a lo largo de la vida del grupo de trabajo, las reuniones han sido semestrales. Si finalmente el Governing Board de Science Europe decide mantener el grupo de acceso abierto volveremos con cierta asiduidad a  Bruselas. 

¿Nos podría explicar en qué consiste su labor como miembro del grupo de trabajo sobre Open Access de Science Europe?

Básicamente en representar  al CSIC como Research Performing Organisation de SE en los temas que guardan relación con el acceso abierto a las publicaciones científicas. Se trata de dar la visión institucional en relación a estos temas, compartirla, difundirla y a su vez aportar opinión en los debates que se producen en el seno del grupo. El grupo está formado por los expertos en el tema de las agencias de financiación y organismos de investigación científica más importantes de Europa. Así que el nivel de la información que se intercambia es altamente valioso  y nos permite un enriquecimiento y una tarea de benchmarking muy importante a todos los miembros.

¿Qué beneficios obtiene el CSIC en este sentido?

Nos permite conocer qué hacen nuestros homólogos, cómo lo hacen, con qué desafíos tienen que lidiar y cómo los enfrentan. A su vez contribuir con los miembros de la organización en definir un marco de requisitos y principios comunes para impulsar el acceso abierto a los resultados de investigación científica. Le permite al CSIC posicionarse al lado de las instituciones europeas que están liderando los avances más importantes del movimiento de acceso abierto.

Recientemente Science Europe ha publicado el informe: “Open Access publishing policies in Science Europe Member Organisations: Key results from Science Europe and Global Research Council surveys”, del que es una de las autoras. ¿Cuáles son las principales conclusiones a las que han llegado? Y en concreto, ¿cómo es la política del CSIC en este tema en comparación con otras instituciones análogas europeas?

Efectivamente el 11 de octubre se publicó finalmente este informe  en el que hemos estado trabajando junto al FNRS (Fund for Scientific Research, Belgium) y el INSERM (National Institute of Health and Medical Research, France) desde hace ya más de un año. Es uno de los resultados tangibles de la agenda de trabajo que el grupo se marcó para los años 2014-2016.

El informe  presenta una fotografía comparada de cómo  se han desarrollado las políticas y mandatos de acceso abierto en las distintas instituciones miembro de Science Europe. Se toma como base de análisis los datos resultantes de 2  encuestas que con preguntas muy similares contestaron en dos momentos distintos, 2012 y 2104, respectivamente los miembros. Una encuesta es la realizada por Science Europe y otra la realizó el Global Research Council. Se analizan los puntos fuertes y débiles de estas políticas y mandatos. El informe  incorpora una sección final que actualiza la situación  de los miembros en relación a estas políticas en el año 2016.

El objetivo del informe era mostrar en qué situación se encontraba el acceso abierto en cada una de las instituciones y países miembros  para explorar futuras acciones que permitan alinear posiciones.

Las conclusiones principales que se pueden extraer del informe  son diversas, pero de forma genérica podríamos enumerar las siguientes: por un lado  se constata que  desde 2012 son mayoría las instituciones de Science Europe que han desarrollado políticas y mandatos para favorecer el acceso abierto, algunas pocas que no lo han hecho declaran su intención  y/o necesidad de hacerlo. El seguimiento de resultados que han arrojado estas políticas por parte de las instituciones es todavía muy incipiente y debe trabajarse en el establecimiento de mecanismos que lo permitan. Se pone de manifiesto que  muchas de estas políticas chocan con los embargos y políticas editoriales de los editores científicos. También la falta concienciación  y cultura científica con el tema del acceso abierto por parte de la comunidad científica es otro obstáculo para el desarrollo efectivo del  acceso abierto. Hay que apostar de forma decidida en las nuevas generaciones que son las que pueden darle una vuelta a la situación.

En cuanto a la posición del CSIC. Hay que recordar que  a pesar de que  el CSIC  firmo la Declaración de Berlín en 2006 y puso en marcha su repositorio institucional en 2008 como  muestra de tal compromiso con la vía verde para el fomento del acceso abierto, no tenemos a día de hoy  todavía un mandato institucional que refuerce las políticas de DIGITAL.CSIC. El repositorio ha crecido y se ha desarrollado sin este mandato y el CSIC puede estar satisfecho de poder contar con uno de los repositorios institucionales a nivel europeo más importantes según el Ranking Web de Repositorios (9ª posición por detrás del CERN, HAL del CNRS…). Pero contar con mandato sancionado por la Presidencia del CSIC le daría un impulso mayor, sin duda.

A partir de 2017 el “Open Research Data Pilot” se extiende a todas las áreas temáticas y los proyectos que se presenten al H2020 adoptarán “Open Access” por defecto, si bien la Comisión Europea permitirá que no se siga la regla general siempre y cuando se justifique ¿Intuye o sabe si los científicos están a favor de esta medida? ¿Qué miedos existen?

H2020 ya tiene desde hace un par de años un mandato transversal OA para todos los proyectos financiados que afecta a los resultados que se publiquen. Además de forma más reciente el piloto que comentas para distintas áreas que afecta a los datos de investigación. El mandato para publicaciones contempla unos embargos (6 meses para STM y 12 para HH y CCSS) para la publicación en repositorios y evidentemente sin embargo ninguno si se publica en revistas “full OA” o híbridas.

Sobre si la comunidad científica está a favor o en contra de esta medida, creo que habrá  algunas reticencias, pero finalmente no se trata de un tema de voluntad. Los científicos deberán entender que el dinero público debe de buscar el bien común.

Para los “no expertos”, ¿nos podría aclarar si existe alguna diferencia entre Open Science y Open Access?

Open Science es un concepto relativamente nuevo, genérico, y en busca de concreción. Podríamos entender que pretende definir un escenario en el que se dan una serie de circunstancias que permiten que la actividad científica y sus resultados se muestren bajo un marco de apertura, transparencia, colaboración, explotación. Pero para que la Open Science sea una realidad y sea un edificio que se sostenga, tienen que darse otras realidades que son su fundamento: acceso abierto a los resultados de investigación, acceso abierto a datos científicos, servicios e infraestructuras de soporte  y para la gestión de datos y publicaciones científicas en abierto, una cultura científica orientada al interés social.

En fin, creo que no habrá Open Science hasta que no cambien algunos paradigmas muy asentados  como por ejemplo el modelo de comunicación científica basado en las suscripciones a editoriales científicas, la falta de políticas globales para dotarse de un nuevo modelo de gobernanza científica, los modelos de evaluación científica basados en métricas que controla el sector privado, la falta de infraestructuras científicas que permitan hacer ciencia y compartirla en abierto….

Y por último, ¿Cuál de las tres “Os” – Open Science, Open Innovation y Open to the World- cree que es la más relevante o positiva para el mundo científico?  

Todas me parecen importantes y las veo estrechamente relacionadas ¿no?