ENTREVISTA A CLARA DE LA TORRE

Directora de Transporte en la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea

Clara de la Torre estudió Economía y Administración de Empresas en la Universidad Autónoma de Madrid. Después de dos años en el sector privado y con motivo de su ingreso como funcionaria en la Comisión Europea en 1987, su carrera profesional se ha centrado en el diseño y ejecución de las políticas científicas y de innovación de la Unión Europea.

Desde 1º de febrero de 2016, Clara de la Torre es Directora responsable de Transporte en la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea. Previamente desempeñó diferentes cargos de alto nivel en la misma Dirección General: Directora de Tecnologías Clave Facilitadoras y Directora de Investigación e Innovación. En la antigua Dirección General de Investigación y Desarrollo Tecnológico desempeñó el cargo de Directora de Asuntos Interinstitucionales y Legales relacionados con el Programa Marco.

A finales de los 90 representó a la Comisión en todo lo relacionado con las Políticas Nacionales de Investigación y la Cooperación Intergubernamental y trabajó, asimismo, en el Centro Común de Investigación de la Unión Europea, tanto en Bruselas como en Sevilla, en donde ejerció el cargo de Asesora del Director del Instituto de Estudios Tecnológicos Prospectivos.

  1. Usted ingresó en la Comisión en 1987, muy poco tiempo después de que España se integrase en la entonces Comunidad Económica Europea y ha venido ocupando puestos de decisión política en investigación e innovación. Empezó trabajando en el sector privado, ¿qué fue lo que motivó la orientación de su carrera profesional hacia el servicio público europeo?

Tanto mi padre como mi madre habían tenido en sus vidas personales y profesionales  muchos contactos con el “extranjero”, han hablado varias lenguas y les ha gustado descubrir culturas distintas. La idea de Europa, de los europeos, de viajar y de hablar otras lenguas y de frecuentar personas de otras nacionalidades ha formado parte de mi vida desde niña! Y mi primer colegio fue el Liceo Europeo de Madrid…

Cuando España entró en la entonces Comunidad Europea, fue justo el momento en que empecé mi carrera profesional y en el que se convocaron oposiciones para la Comisión Europea. Aunque tuve la suerte de trabajar desde el día siguiente a terminar mis estudios con un trabajo interesante en una empresa global y europea, el “gusanito europeo” me llevó a presentarme a las oposiciones y… aprobé. Sin dudarlo un minuto, dejé mi trabajo (habían pasado ya dos años!) y vine a Bruselas. Y hasta hoy, sin haberme arrepentido ni una sola vez!

La construcción europea, como símbolo de paz y de progreso social y económico, me ha guiado e inspirado todos estos años en el ejercicio de mi carrera en la Comisión; y el deber de servicio público da un gran sentido a lo que hago y está especialmente presente en los momentos difíciles, que también los hay!

El “gusanito europeo” me llevó a presentarme a las oposiciones y… aprobé. Sin dudarlo un minuto, dejé mi trabajo (¡habían pasado ya dos años!) y vine a Bruselas.

2. La prehistoria de la política de investigación comunitaria data de finales de los años cuarenta y estaba centrada en dos fuentes de energía: el carbón, la fuente tradicional, y la energía nuclear considerada como la fuente del futuro ¿Podría hablarnos sobre cómo ha evolucionado la política científica de la Unión Europea para hacer frente a las nuevas realidades de la sociedad del siglo XXI?

El carbón y el acero fueron la semilla de la construcción europea como todos sabemos. Y como bien dices, la investigación en este campo así, como por virtud del Tratado Euratom, en el campo nuclear fueron los primeros pasos de la investigación a nivel europeo. El Tratado de la Comunidad Económica Europea no había previsto ningún artículo específico para la investigación pero la lectura inteligente de algún artículo de ámbito general permitió en los años 60 y 70 la creación de una serie de programas de investigación en un cierto número de campos como la energía, el medio ambiente o la biotecnología. Fue con el Acta única en 1987 (el año en que yo entré en la Comisión!) con la que se dotó al tratado con un capítulo dedicado a la investigación, y en particular, consagró el concepto de programa marco que ya había sido introducido al principio los años 80.

La evolución de los diferentes Programas ha sido por supuesto la de un crecimiento muy alto en el presupuesto, pasando de cientos de millones a miles de millones de euros, pero también la de una importante evolución en su contenido. Durante muchos años, el programa concentraba sus recursos en áreas temáticas directa o indirectamente ligadas a otras políticas; estas áreas siguen siendo muy importantes. Con el tiempo se han ido desarrollando además aspectos al servicio de la política de ciencia e innovación como tal, con programas totalmente libres en su contenido y/o dirigidos a comunidades específicas como las PYMES, o los investigadores.

Los instrumentos han ido adaptándose para servir justamente a esta evolución y responder a las necesidades específicas de los diferentes actores y la consecución de los diferentes objetivos. Subvenciones a la investigación, becas, premios, medidas de coordinación, instrumentos financieros, “partenariados” púbico-privados o público-públicos forman parte de la familia de instrumentos del Programa Marco en los que hemos ido ganando experiencia y que procuramos mejorar con el paso del tiempo.

Una evolución importante ha sido también el añadir a los tradicionales consorcios o redes, en los que hacen falta socios de varios estados miembros, los llamados instrumentos mono-beneficiarios, como las becas del Consejo Europeo de Investigación o el instrumento PYMEs.

La cooperación internacional también ha sido objeto de una clara evolución y, como tiene a gala decir nuestro Comisario, queremos que nuestro programa sea el más abierto del mundo.

3. La política de recursos humanos de la UE es meritocrática y los puestos de trabajo se obtienen mediante la selección basada en los méritos y en la competición abierta. En 2010, la Comisión adoptó una estrategia de igualdad de oportunidades (2010-2014) que culminó en una puesta al día del Estatuto de los funcionarios y otros empleados al servicio de la UE. En este sentido, usted es un ejemplo de cómo se puede romper el techo de cristal. En su opinión, ¿la adopción de medidas de discriminación positiva en el caso de infrarrepresentación de alguno de los géneros ha contribuido a aumentar la presencia de las mujeres en los puestos de media y alta decisión política de la UE?

¡¡¡Sin ninguna duda!!! ¡Y menos mal que se han tomado medidas! Cuando yo entré en la Comisión, hace casi treinta años, la proporción de mujeres en puestos de decisión era prácticamente cero y bajísima la de mujeres del llamado cuerpo A (de titulados universitarios). Todos sabemos que esto no representa, por supuesto ahora pero tampoco entonces, la realidad de la población. La igualdad es un principio de nuestras sociedades y no hay razón para que en las organizaciones, públicas o privadas, nacionales o internacionales este principio no sea escrupulosamente respetado.

Pero además, desde un punto de vista económico, las mujeres somos también un recurso al que se ha formado, con fondos públicos en una inmensa proporción, y el no utilizar esa inversión es simplemente un desperdicio. De recursos y de talento!

Y otro aspecto muy importante, la diversidad! Todos sabemos que una de las fortalezas de Europa que hay que preservar es su diversidad. La diversidad es riqueza, es estímulo, es apertura, y es un factor increíble de creatividad y de progreso. Una organización que no cuenta con las mujeres es una organización que no sabe gestionar sus recursos ni su talento ni por supuesto explotar la diversidad.

Afortunadamente, la sociedad va cambiando, aunque muy lentamente; para acelerar este proceso, que no tiene más que consecuencias positivas como lo han demostrado muchos estudios, se han tomado medidas que van surtiendo su efecto. Pero sin un cambio en la educación en las familias y en los colegios y en la actitud de hombres y mujeres, no podremos avanzar mucho.

En mi ámbito profesional, tengo la oportunidad de conocer a muchas jóvenes y estoy siempre encantada de animar a valiosas mujeres a luchar por lo que quieren y ¡por lo que merecen!

La igualdad es un principio de nuestras sociedades y no hay razón para que en las organizaciones, públicas o privadas, nacionales o internacionales este principio no sea escrupulosamente respetado.

4. La Innovación es un componente esencial a integrar en las políticas de investigación europeas y en particular en H2020, ESIF y EFSI. Aunque estas acciones ya incluyen avances positivos en este campo, lo cierto es que los mecanismos de apoyo a veces no son de fácil ejecución y falta claramente la flexibilidad y velocidad de respuesta que requiere una innovación de frontera. ¿Cree usted que la creación de un Consejo Europeo de Innovación podría contribuir a resolver este problema?

No tengo ninguna duda porque es precisamente la ambición de dotar a Europa, a sus innovadores y a sus empresas de un mecanismo que permita acelerar el tan necesitado proceso de innovación tecnológica y no tecnológica lo que ha guiado a nuestro Comisario, Carlos Moedas, a proponer la idea.

Creo que estamos todos de acuerdo en que el Consejo Europeo de Investigación, el ERC, en el que con tanto éxito participa el CSIC, ha sido una gran creación Europea, un gran éxito del que todos debemos estar orgullosos, y que tenemos el deber de preservar.

Con la misma determinación y empeño, tenemos que construir además el Consejo Europeo de Innovación. Europa, nuevamente, no puede permitirse invertir en I+D y que ello no se traslade, con las obvias limitaciones, al tejido productivo y a la sociedad en forma de nuevos servicios, procesos y productos. Tenemos que ser capaces de encontrar un mecanismo que permita que las innovaciones creadoras de nuevos mercados vean la luz con la rapidez que la feroz competencia actual exige. Tenemos que identificar esas innovaciones rápidamente, y ofrecerle los mecanismos de apoyo, ya sean financieros, reglamentarios, de información, etc. adecuados. No podemos ni debemos dejar que tantas ideas brillantes que nacen en Europa, y cuyos autores desearían que se explotaran en Europa, se vayan a manos de nuestros competidores.

El objetivo es claro; los detalles de cómo exactamente se va a constituir ese Consejo Europeo de Innovación se están discutiendo dentro de la Comisión, pero también consultando a las llamadas partes interesadas y con la preciosa ayuda de un grupo de innovadores, con diferentes perfiles profesionales, que asesora al Comisario Moedas.

Los detalles de cómo exactamente se va a constituir ese Consejo Europeo de Innovación se están discutiendo dentro de la Comisión, pero también consultando a las llamadas partes interesadas y con la preciosa ayuda de un grupo de innovadores, con diferentes perfiles profesionales, que asesora al Comisario Moedas.

5. Horizonte 2020 finalizará el 31 de diciembre de 2020 y un nuevo Programa Marco deberá ponerse en marcha el 1 de enero de 2021. Como contribución al debate público el CSIC ha elaborado un documento de posición en relación con la revisión intermedia de H2020, documento que además de exponer nuestra opinión sobre las correcciones que se deberían realizar en H2020 en el período 2018-2020, avanza algunas ideas sobre aspectos aplicables al futuro PM, tales como el papel vertebrador de la ciencia en la innovación, la protección específica de los presupuestos de la UE destinados a Investigación e Innovación o el papel determinante que deben jugar los Estados miembros en el fomento de las capacidades en su ámbito de competencia. Usted dirige y ha dirigido áreas de la DG de Investigación e Innovación con gran peso en las decisiones políticas finales, ¿podría darnos su opinión con respecto a los temas anteriores y, si es posible, adelantarnos algunas de las ideas en las que está trabajando la Comisión en cuanto a la elaboración de su propuesta para el 9º Programa Marco?

La preparación de cada Programa Marco, y he participado efectivamente en varias desde diferentes ángulos, es una aventura compleja ¡pero fascinante! No encontraremos a nadie que nos diga que no hay que invertir en I+D+i pero a la hora de hacer los presupuestos, en particular en momentos como los actuales, la lucha es muy dura. ?Qué tenemos que hacer para pasar de las palabras a los hechos? Demostrar cuál ha sido el impacto de todo lo que la UE ha invertido en sus Programas Marco en términos de progreso del conocimiento, de mejoras en el bienestar de los ciudadanos, de aumentos de la productividad de nuestros sistemas económicos, de apertura de nuevos mercados, de cualificación de la fuerza de trabajo, etc. Y además, hacérselo saber a los ciudadanos y a los decisores políticos nacionales y europeos. Y en esto creo que tanto las instituciones europeas, como las nacionales y, por supuesto, los científicos mismos tenemos mucho que hacer y que aprender de otros sectores y de otras políticas.

Otro grupo, presidido por el antiguo Comisario y antiguo Director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, y del que forma parte la antigua Ministra Cristina Garmendia, ha realizado la evaluación del Programa Marco y ha dado 11 recomendaciones para el noveno Programa Marco. La calidad y autoridad de este grupo no puede más que abrirnos camino.

También tenemos, y hemos tenido siempre, un gran aliado en el Parlamento Europeo. En su proyecto de informe sobre la evaluación del Programa Marco, se evoca la cifra de 100 mil millones de euros para el próximo y algunos diputados particularmente activos en las cuestiones de investigación reclaman 120 mil millones de euros para el periodo 2021-2027.

Estoy segura de que los gobiernos de los estados miembros de la UE, representados en el Consejo de Ministros, harán lo necesario para traducir en presupuesto europeo las constantes llamadas a invertir en ciencia e innovación. Pero no sólo: a nivel nacional y regional, las inversiones en I+D+i y, muy importante, el establecimiento de sistemas eficaces de ciencia e innovación en cada uno de los estados miembros es indispensable. Para ello hay que contar con los incentivos, la reglamentación, la formación y las condiciones de trabajo de los investigadores, necesarios para afrontar el reto ante el que estamos. Para los que creemos en la construcción europea, no hay mejor camino que trabajar juntos hacia un objetivo común!

El CSIC, un actor importantísimo en la ciencia europea, contribuye de manera constructiva e innovadora a los debates que forjan el futuro de la ciencia europea. Y todos sabemos que siempre podemos contar con él y con sus investigadores.

6. España (y entre los centros públicos de investigación, el CSIC en particular) mantiene un rendimiento ejemplar y creciente en cuanto a la obtención de recursos tangibles e intangibles provenientes de los Programas Marco de I+I de la UE. ¿Cuál es su opinión al respecto y, finalmente, qué consejos podría darnos de cara al futuro para incrementar esos beneficios?

Como funcionaria europea y como ciudadana española, estoy muy contenta y orgullosa de ver el cambio impresionante que se ha producido en la participación española en los programas europeos. Y soy bien consciente de que ello no ha ocurrido por casualidad: el trabajo político, institucional y de cada uno de los miembros de la comunidad científica ha sido impresionante. Y aunque está claro que hay mucho por hacer, tenemos que ser optimistas, a la vez que muy cuidadosos, de cara al futuro.

No me permitiría dar consejos a los eminentes lectores de esta publicación pero me remito a los hechos: cuando hay determinación, hay resultados. Y cuando se tiene una buena idea, hay que ponerse a desarrollarla rápidamente y buscar en Europa los socios adecuados para llevarla a cabo; cuando se ve que otros tienen buenas ideas, hay que estar allí para contribuir a su desarrollo; cuando hay discusiones ya sean institucionales, formales o informales, de expertos o de generalistas, hay que estar allí preparados con una línea y un objetivo claros. No es un secreto: ¡es lo que veo que hacen aquellos a quienes les va mejor!