YOLANDA SANZ

Entrevista a Yolanda Sanz

Licenciada y Doctora en Farmacia, con Premio Extraordinario, por la Universidad de Valencia, realizó su postdoctorado en la Universidad de Groningen. Otros centros en los que ha realizado estancias incluyen el Institute of Food Research, el INRA, la Universidad de Verona, la Academia de Ciencias de la República Checa y la Universidad McMaster. Profesora del Investigación, lidera el Grupo de Investigación sobre “Ecología Microbiana, Nutrición y Salud” en el IATA-CSIC. Ha sido Profesora Asociada del Grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Valencia y, participa en cursos de especialización, incluyendo másteres de la Universidad de Valencia, Universidad de Sevilla, Università Politecnica delle Marche y los cursos de posgrado de la European Association for Gastroenterology, Endoscopy and Nutrition. Miembro del Panel de Nutrición y Productos Dietéticos y Alergias de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), actualmente, es también miembro del grupo “Guidance Review” del Comité Científico y Riesgos Emergentes de la EFSA y co-chair del grupo de trabajo en Nutrición y Salud de la Plataforma Europea “Food for Life”. Además, desde hace años ha participado en diversos comités de evaluación de proyectos y planes de investigación (MINECO, ANEP, European Research Council Executive Agency; Alberta Heritage Foundation for Medical Research; Medical Research Council UK, etc.).

Ha venido a una reunión preparatoria de una propuesta que va a presentar en “Food Security, sustainable agriculture and forestry, marine and maritime and inland water research and bioeconomy” del H2020. ¿Con quién se reúne y a qué convocatoria en concreto quiere presentar el proyecto?

La convocatoria en concreto es sobre edulcorantes y potenciadores de los edulcorantes, incluida en la última convocatoria de solicitudes de proyectos del H2020. Me voy a reunir con los principales socios, pero aún estamos en la fase de creación del consorcio. La idea principal de la propuesta es investigar de forma rigurosa el posible efecto del uso de los edulcorantes en la dieta en la ingesta energética total y, por tanto, en la obesidad y su seguridad. Actualmente existe una controversia sobre si éstos ayudan a controlar el peso corporal, o por el contrario no ejercen este efecto positivo e incluso incrementan la ingesta de calorías. Además, pese a las evaluaciones publicadas por la EFSA, se sigue cuestionando su seguridad a largo plazo, sobre todo por su forma de consumo (cada vez más elevada) y por la introducción de nuevos edulcorantes en el mercado con efectos mucho menos conocidos. En cuanto a su posible impacto en la microbiota intestinal, que es mi área de investigación, a fecha de hoy sólo existe un estudio al respecto, que por cierto ha creado mucha alarma a nivel social. Por tanto, es lógico que la Comisión haya apostado por financiar este tema y así conseguir más evidencia científica.

¿Es la primera vez que utiliza nuestras salas? ¿Encuentra adecuadas las instalaciones de la Delegación?

Sí, es la primera vez que vengo a la Delegación del CSIC en Bruselas. Creo que tanto la ubicación como las instalaciones son magníficas y estoy pensando que quizá celebremos aquí la próxima reunión del proyecto “MyNweGut” .

Es la coordinadora del proyecto “MyNewGut” www.mynewgut.eu financiado por el 7Programa Marco, ¿Está contenta con los resultados que van obteniendo? ¿Nos puede explicar brevemente qué persiguen?

A través del proyecto “MyNewGut” queremos averiguar qué componentes y funciones de la microbiota intestinal podemos modular a través de la dieta y cómo hacerlo para reducir la incidencia de la obesidad y las patologías metabólicas asociadas, como síndrome metabólico, diabetes, etc.. Asimismo investigamos aspectos relacionados con el estrés y alteraciones en conducta alimentaria, la ansiedad, etc. Para ello, estamos haciendo estudios epidemiológicos y de intervención en humanos ,tanto en los primeros estadios de la vida como en la edad adulta, a través de un enfoque multidisciplinar en el que combinamos las nuevas tecnologías ómicas (como la metagenómica) con parámetros fisiológicos y clínicos de validez bien establecida.

Por curiosidad ¿cuál el secreto para coordinar a 30 socios de quince países diferentes? ¿Son muy distintas las formas de trabajar?

El secreto es tener buenos socios comprometidos con el proyecto y conseguir que sus actividades sean realmente complementarias. El trabajo previo de formación del consorcio es muy importante, hacerlo despacio y meditádamente, basándose en la calidad científica y proyección internacional y en la complementariedad de los integrantes. El trabajo, después, consiste en potenciar su valor y visibilidad dentro y fuera del consorcio y fomentar las colaboraciones. Sobre si son muy distintas las formas de trabajar, diría que siempre hay diferencias en la forma de abordar un mismo problema científico desde distintas áreas científico-técnicas (como a las que pertenecen los miembros de nuestro consorcio), pero esto es también lo que nos ayuda a ser más creativos y realizar un trabajo de mayor calidad e impacto social, porque nos obliga a acercar nuestras visiones del problema.

¿Cuál es su papel en el Panel de Nutrición y Productos Dietéticos y Alergias de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), al que pertenece desde hace años?

Soy miembro de este panel de la EFSA desde el año 2009. El panel tiene veinte miembros y nuestra misión es abordar temas de nutrición humana. Hacemos evaluaciones científicas sobre productos que están regulados en la Unión Europea, como las declaraciones de propiedades saludables de los alimentos (“health claims”) y la seguridad de los “nuevos alimentos”, que son aquellos que no se han consumido en la UE, sustancialmente, antes de Mayo de 1997. También nos ocupamos de otros temas de la alimentación como los alérgenos y su etiquetado, las fórmulas infantiles, etc. Ahora vamos a tener mucho trabajo con los alimentos que vienen de terceros países ya que hay un nuevo Reglamento que permite una evaluación menos exhaustiva que la de “nuevos alimentos” si se demuestra que el producto se ha consumido de forma segura en países no europeos durante 25 años.

Tiene amplia experiencia internacional en comités de evaluación de proyectos y planes de investigación. Comparativamente, ¿cómo ve al CSIC? Y según su opinión, ¿qué política de otro organismo homólogo podríamos seguir por ser ejemplar?

Recuerdo ahora mismo una iniciativa del Medical Research Council de Reino Unido que me pareció especialmente interesante. Querían elaborar un nuevo plan estratégico de investigación y para ello invitaron a expertos de todo el mundo. Organizaron reuniones durante un año entero en las que debatían conjuntamente, tanto los evaluadores y representantes de las instituciones financiadoras, como con los investigadores de dos áreas científicas Nutrición y Salud, que a veces compiten, como ocurre en España.

Para mí resultó una estrategia muy interactiva y productiva que favoreció la identificación de fortalezas y puntos de acercamiento entre las dos áreas científicas y permitió la generación de nuevas ideas y estrategias, teniendo en cuenta tanto la idiosincrasia de su propio sistema de investigación como las ideas aportadas por expertos de otros países en un debate abierto. En el CSIC la evaluación de los planes estratégicos la hacen también evaluadores externos y algunos extranjeros, pero nunca se ha planteado un debate abierto e interactivo con los investigadores. Esto facilitaría el trabajo de evaluación y la planificación del futuro entre todas las partes. Realmente, el diálogo directo sique siendo, sin duda, la mejor herramienta de trabajo y entendimiento.

¿Qué tema dentro de su área es el que más le apasiona?

En estos momentos la relación entre la microbiota y nuestro estado de salud. La biodiversidad de nuestra microbiota intestinal es enorme y tiene un gran potencial, tanto en el ámbito de la nutrición, como en el de la medicina y el medioambiente con el que interacciona. En el futuro, las investigaciones que estamos llevando a cabo en esta área nos pueden permitir, tanto diseñar estrategias dietéticas más efectivas para combatir la obesidad o la ansiedad, como descubrir nuevos antibióticos, moléculas terapéuticas o biomarcadores de uso en diagnóstico.